AmigosHiFi 42 Publicado March 21, 2022 at 08:58 Share Publicado March 21, 2022 at 08:58 Autor: Jesús Encinar LA PATÉTICA DE BEETHOVEN (1770-1827) Desde mi adolescencia me ha gustado escuchar música en directo y siempre sin amplificar. Algo en mi interior me decía que así era como se tenía que escuchar la música para poder disfrutarla en su plenitud. Así que con 16 años asistí a mi primer concierto, que no era otro que una banda de dixieland que traía la Sociedad Filarmónica de Ávila para sus socios, en su temporada anual. Con lo que me hice socio para poder asistir al concierto, ahorrando varias pagas íntegras de los domingos. Y ahí empezó mi periplo musical, disfrutando en primera fila de los músicos (Ávila es una capital de provincia muy pequeña y sus salones de actos también) con lo que escuchaba la respiración de los pianistas, los pedales, la banqueta y sobre todo el piano, su madera, como si yo mismo estuviera sentado interpretando en él. Ávila, a mitad de los años 80, no tenía escenarios tan grandes para albergar orquestas sinfónicas, por lo que todos sus conciertos eran de piano o grupos de cámara. De ahí surgió mi idilio con el piano como oyente y posteriormente como coleccionista de música para piano. Recuerdo un fin de semana, que estaba con mis amigos en un bar y de repente me fui a casa porque televisaban el Concierto de Aranjuez, por Narciso Yepes. Lo vi y volví a reunirme de nuevo con ellos en el bar de turno. Mis amigos se reían de mí porque no lo entendían, pero me respetaban. El "rarito" del grupo. Noooo! que va. Tan solo distinto. Cuando me trasladé en el cambio de siglo a vivir a Asturias, saqué el abono anual de los Conciertos del Auditorio de Oviedo durante dos años. 22 conciertos anuales, la mitad de ellos de piano, dentro de las jornadas de piano Luis G. Iberni. Aquí he tenido la oportunidad de ver y escuchar a los más grandes y siempre en tercera fila. Me gusta escuchar la madera del piano, qué se le va hacer. Oviedo tiene un programa musical agotador cada temporada. Ahora que dispongo de menos tiempo libre, asisto a conciertos sueltos que me interesan y que su horario me lo permite. ¿Pero por qué sigo asistiendo a conciertos, después de tanto tiempo, si la mayoría de las veces se de antemano que el intérprete me va a decepcionar con el programa? Pues por varias razones: -La primera y fundamental, porque me gusta escuchar música en directo; saber cómo suenan los instrumentos, educar el oído y familiarizarme con el sonido real. No hay sensación igual en el mundo como escuchar una orquesta sinfónica a "pleno pulmón" en un auditorio. O ese momento mágico en el que suena la primera nota de la orquesta rompiendo el silencio total del auditorio. Como el primer trago de cerveza. -La segunda, porque me llama muchísimo la atención formar parte del patio de butacas del auditorio, estar en silencio rodeado de personas desconocidas que están escuchando música como yo durante dos horas. Qué sentirá cada uno, cuántos nos emocionaremos a la vez con los mismos pasajes musicales. Me gusta esta idea romántica de la música. -La tercera y última, voy con la esperanza de que alguna vez se produzca el milagro y la actuación sea gloriosa, espectacular, inolvidable. Que se produzca " la Magia ". Sucede muy pocas veces pero parafraseando a Picasso " cuando suceda que me pille en el auditorio". Creo que fue Klemperer el que dijo que a él le había sucedido dos o tres veces en toda su vida, pero que por esos momentos había merecido la pena toda su carrera musical. La verdad es que cuando sucede, no eres apenas consciente en ese instante preciso, pero algo te pasa por dentro, algo desconocido que te transforma y que no olvidas jamás. Supongo que será lo que explica la Teoría del flujo. A mi sólo me ha pasado una vez, en un recital del pianista Krystian Zimmerman interpretando el Intermezzo Nº2 Op. 118 de Brahms. Fue dar la última nota y hacerse el silencio hasta el siguiente movimiento del Opus y ser consciente de lo que me estaba pasando. Dentro de mí brotó una emoción, un nudo real en el estómago, los ojos desbordados en lágrimas, me temblaban los labios incapaz de articular palabra alguna, la respiración agitada; lo que sería un derrumbe emocional. Tan sólo recordarlo me da mucha satisfacción. Con la música grabada sucede lo mismo, no iba a ser una excepción, alguna vez das con "la Grabación "y siempre te produce la misma respuesta. Este es el caso que hoy nos ocupa con una versión de la archiconocida Sonata "Patética" de Beethoven. Pulsa el enlace para ver todo el artículo y fotografías. https://www.amigoshifi.com/sm/musica/clasica/beethoven-la-patetica-stephen-kovacevich 1 Citar Enlace al comentario Compartir en otros sitios More sharing options...
Gerardo Gonzalez 117 Publicado July 20, 2024 at 23:22 Share Publicado July 20, 2024 at 23:22 Bastante tarde leì este post de @AmigosHiFi, en el cual se relata de forma impresionante la emocion causada por el sonido, sin duda una descripcion espectacular, mas aun la descripciòn a detalle de la reacciòn del cuerpo y alma del oyente, sin dudas que eso nos ocurre amenudo cuando sintonizamos con todos los componentes perfectos en nuestra sala de escucha. Saludos * disculpen los acentos, tengo desconfigurado el teclado. Citar Enlace al comentario Compartir en otros sitios More sharing options...
Recommended Posts
Join the conversation
You can post now and register later. If you have an account, sign in now to post with your account.