Queridos amigos:
Acá hablo desde la ignorancia y con pleno respeto de los que, como ustedes, saben mucho mas. Claramente hay un tema técnico de ejecución y dirección que ustedes conocen mejor que yo, sin embargo hay otro acercamiento en el que todos somos iguales, el emocional. Al igual que cuando uno aprecia un gran pintura, se puede poner atención en la técnica y también en lo la vivencia emocional que tienes cuando te enfrentas a ella. En eso he pensado al leer sus comentarios. Anoche fue la primera vez que escuchaba la séptima en vivo y fue una experiencia tremendamente emocionante. La obra me atrapó como pocas y la disfruté muchísimo, mucho mas que cuando la he escuchado en mi casa, en las dos versiones que tengo (que capaz que tampoco sean tan buenas, no lo se). Con las imperfecciones que puede haber tenido, sentí que estaba ante algo grande y cuando términó incluso pegué una suerte de grito, emocionado, junto con los aplausos. Me acordé mucho de Schostakovic en algunos pasajes, cuyas sinfonías me emocionan mucho también.
Mi papá, que a sus casi 80 años nunca había escuchado a Mahler y que sabe aún menos que yo del tema, pero que si disfruta de la música clásica en general, estaba muy feliz de haber ido al concierto. Hoy no paró de transmitir del concierto y para mi eso no tiene precio.
Saludos
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