Todas estas medidas, todas estas noticias, todas estas cifras y estadísticas, son parte de una conspiración generalizada, para mantener a la población temerosa, asustada, controlada, contando calorías, preocupándose cada segundo de su vida por la salud, por el peso, por la imagen, por las enfermedades; de eso modo, se enferman más que si comiesen sin culpa, porque no viven felices, sino preocupados, achacados. Lo mismo han hecho con la influenza, con le meningitis, etc.