Primero, es notable que los empresarios privados invirtiesen mucho más en los 90s que en 1973-89, en circunstancias que el gobierno del Presidente Aylwin debutó reponiendo el impuesto a las utilidades que había eliminado Pinochet desde el año del Plebiscito del No en 1988 y también reponiendo derechos laborales que se habían ido eliminando en el curso de la dictadura. Una eficaz acción económica y política demostró que es consistente con avanzar en una mayor carga tributaria y en los derechos laborales, ambos ingredientes esenciales de las economías más desarrolladas (el crecimiento es sostenible, entre otros, cuando se avanza en derechos sociales y económicos y en la producción de bienes públicos que requieren ingresos fiscales.
Segundo, el gobierno democrático también introdujo reformas sustanciales en el manejo de la macroeconomía, para lograr que se evitaran desequilibrios que conducen a grandes recesiones como aconteció durante la dictadura, en 1975 y 1982. Desde 1990 se procuró que se mantuviera a) una demanda agregada o total consistente con la evolución de la capacidad productiva que fue elevándose sobre 7% por año, b) que no se produjeran déficits en las cuentas externas; c) al mismo tiempo fue reduciendo la enorme deuda fiscal heredada de la dictadura
http://econ.uchile.cl/es/noticia/columna-de-opinion-la-economia-chilena-en-dictadura-y-en-los-gobiernos-democraticos