A mí me produce algo de pena leer y re comprobar lo difícil que es emprender e innovar en nuestro tan querido Chile. De pensamiento prejuicioso, asustadizo, de opinión prefabricada fuera de sus fronteras, esperando que el del lado arriesgue y quiebre y se le va bien al día siguiente copiarle y competirle con más plata, rara vez dando el crédito a quien lo merece... en fin cosas de mi país.
Desde aquí los mejores deseos para este emprendimiento nacional.